Segunda etapa WoP-Cimas cubierta

El jueves 5 de Agosto culminamos la segunda cita de la actividad WoP-Cimas. El pico el más alto de Navarra: La mesa de los Tres Reyes (2.442 metros). La cita, de nuevo emocionante. 32 personas del proyecto culminamos la ascensión. Todo comenzó a las 7 de la mañana cuando empezaron a sonar los despertadores que nos sacaban de las escasas horas de sueño que quedaban atrás. Todavía resonaban los ecos de la entrañable cena que habíamos celebrado la noche anterior más de 50 personas en la borda. El día iba a ser una perfecta alegoría de lo que estamos viviendo y que viven las familias de afectados por enfermedades raras. Todo comenzó en medio de una lluvia intensa, de un viento que hacía que las gotas venieran en horizontal y que el frío del pirineo nos encogiera. Yo creo que todos pensábamos que era imposible llegar a la cima aquel día; que era iluso pensar que había alguna esperanza (recordaba un poco a aquel 13 de Octubre cuando diagnosticaron a Jontxu). Pero nadie decía nada, nadie torcía la cara, nadie estaba dispuesto a rendirse: La cita tenía fecha y era ese día. Nos enfundamos en coches y a las 7:50 ya estábamos en Linza, nuestro punto de comienzo de la ascensión. La lluvia y el viento arreciaban, acaso con mayor virulencia aún. A las 8:00 comenzamos la ascensión 32 personas. Quedaban en Linza algunas personas que nos habían acompañado hasta allí y que nos despedían sin atisbo de "vaya locura tirar para arriba" en sus ojos.

Las primeras rampas son bastante duras, lo cual, sumado al tiempo, hicieron que aquellas laderas vieran un ejercicio de determinación colectiva. En el grupo se mezclaba gente en forma y experimentada, con niños, con personas para las que ese monte era su primer contacto con la montaña ... Nadie se quejaba, nadie ponía en duda que seguiríamos dando pasos, al menos que daríamos el siguiente paso, y luego el siguiente. De pronto, transcurrida una hora de ascensión, el viento amainó bajo el refugio de la ladera. Las sonrisas volvían a la cara y las conversaciones volvían a brotar. Llegamos al primer hito en forma de collado y allí empezaron a aparecer huecos entre las nubes dejando entrar el sol. Orgullosos de haber llegado hasta allí, tomamos un respiro en forma de viandas. Habíamos cubierto la primera etapa. La cima sólo se adivinaba, rodeada de nubes que daban relevo a otras en medio de un viento que se aventuraba potente desde la distancia.

Y retomamos la ascensión con la compañía de dos personas (Joxe y Ángela) que se sumaban al grupo tras haber escuchado días antes la entrevista en radio en el programa de Roge Blasco. La niebla iba despareciendo a medida que íbamos cogiendo altura en la última hora y media de subida. Las rampas se hacían duras para los menos experimentados, pero nos íbamos agrupando a tramos a la espera de los más rezagados. Finalmente todos llegamos arriba en medio de un cielo absolutamente despejado y libres de viento. Allí se sucedieron las fotos en medio de la enorme alegría de haber conseguido aquello que nos había parecido a todos prácticamente imposible al comienzo de la jornada. La bajada se hizo larga. A medio camino de vuelta nos encontramos con Javi, un viejo y querido amigo, al que el azar le había llevado casualmente ese día a ese monte y al abrazo que nos dimos.

Y llegamos abajo tras 10 horas, donde nos esperaba el resto del grupo con el que nos sacamos esta foto que no deja de emocionarnos ver. Muchos abrazos a Jontxu. Muchos "Jontxu" he subido por ti, cariño. Y lo cierto es que SEGURO que no habríamos subido si no hubiera sido porque había un sentido mucho más allá del habitual. "GRACIAS" no expresa bien lo que me gustaría decir a todos los que compartimos aquellos momentos: Más bien un "AMIGOS, qué gusto gusto y honor compartir con vosotros este camino". Hasta la siguiente etapa; hasta el monte perdido.